GOLPES: EDUCACIÓN O CONTROL?

Los golpes, a través del tiempo, han sido utilizados como un medio para controlar y educar a los niños. Anteriormente se pensaba que todos los padres debían hacer uso de ellos, con la finalidad de formar hombres y mujeres obedientes y bien portados.

En la escuela los maestros decían cosas como las siguientes: “LAS LETRAS CON SANGRE ENTRAN”, con esa convicción se sentían con el derecho de golpear y maltratar a un niño que no entendía.

Ahora sabemos que los golpes, efectivamente, son un medio de CONTROL para con los niños, no necesariamente una forma de EDUCAR.

Los GOLPES más bien nos hacen pensar en la incapacidad e impotencia de los padres anta la educación de los hijos. Muchas veces son utilizados como último recurso al ver que se pierde el control sobre el niño. El golpe es el resultado de varios factores que no se han dado en la relación con los niños, es decir, la relación entre padres e hijos, debe estar basada en la comunicación y el establecimiento y cumplimiento oportuno de límites.

Cuando los padres son capaces de tener una buena comunicación con los niños, se establece entre ellos una alianza y un compromiso; favoreciendo la confianza entre ambos. Dicha confianza posibilita conocer a fondo las necesidades, deseos, inquietudes, etc. De los niños y el adulto le da la posibilidad de poner límites concretos y accesibles a los niños.

Los padres acostumbran amenazar a los niños, pretendiendo que la sola amenaza los frene de un mal comportamiento. Al ver que los niños no hacen caso de tal amenaza, los padres se olvidan de cumplir lo dicho y ahora amenazan con algo más fuerte y así sucesivamente sin lograr poner control al niño. Estos aprenden que los padres solo amenazan y no cumplen dándose a la tarea de ir provocando cada vez más a los padres hasta lograr su descontrol y llegar a los golpes. Poco a poco este retar de los niños se va extendiendo hasta cualquier autoridad hasta encontrarse con alguien capaz de controlarlos por medio de límites o también con alguien que les ponga una golpiza como los padres.

La golpiza trae serias consecuencias en el desarrollo emocional de los niños. No favorece la educación pero si, el inicio de comportamientos como el SADISMO Y EL MASOQUISMO.

El diccionario común las define como sigue:

MASOQUISMO: Perversión sexual del que goza con verse maltratado por una persona de otro sexo.

SADISMO: Placer malsano en ver o en hacer sufrir al prójimo.

El sadismo y el masoquismo no sólo se aplican a comportamientos sexuales, sino a las relaciones interpersonales en general. En el inconsciente del niño golpeado se va generando el deseo de golpear o bien ser golpeado como una manifestación de cariño ya que escucha que el padre le pega “PORQUE LO QUIERE” o ve con placer como le pegan a un hermano que lo molestó.

A manera de conclusión, se dice que los golpes son usados como un medio de control hacia los niños. El que los padres tengan el control de los niños, de ninguna manera asegura un buen desarrollo emocional, al contrario, favorece la inestabilidad, el miedo, la inadaptación y el surgimiento de comportamientos como el sadismo y el masoquismo, sin mencionar otros de consecuencias poco sanas para los niños.

PSICOTERAPEUTA ELBIA SÁNCHES LUNA
Tel. 044 (442) 287 39 07