miércoles, diciembre 27, 2006

¿CÓMO EDUCAR?

¿CÓMO EDUCAR?

Psi. Patricia Briones

La respuesta, aún y a pesar de los esfuerzos hechos, no ha sido encontrada. Se han desarrollado métodos, estrategias, formas, contenidos, programas bien elaborados y evaluados con laboratorios experimentales en los que los resultados han sido muy buenos. Pero ¿cómo?, es una muy buena e interesante pregunta. Sabiamente, es una de las preguntas más difíciles, y ¿por qué?, porque si ya hubiésemos encontrado el hilo negro, todo estaría solucionado y la realidad no es así.
La búsqueda de la perfección humana se esfuerza por seguir atesorando logros, por encontrar razones poderosas para sentir la seguridad de educar bien. Maestros y padres se encuentran asustados por sus resultados, aún cuando el mismo presente no ha sido llenado aún, hay un pasado y un futuro indefinidos. Y si empezáramos por ahí, que tal si un paso de introspección, un paso de sanación a nuestras emociones y sentimientos, a nuestros recuerdos y miedos, a nuestras culpas y resentimientos lograran purificar nuestra razón y actitud, pudiendo así tener una libertad personal para encontrar el cómo auténtico que se ve librado de las interferencias externas, como por citar: televisión, conformismo social, sistemas de gobierno, otras personas, etc., que más que interferencias son hoy aliados para descubrirnos a nosotros mismos.
Cuando era niña, quería ser grande para corregir los errores de los adultos. Ahora que soy grande quiero ser niña para entender mis deseos.
Somos en este mundo, seres humanos, con habilidades y límites, con fuerza de vivir, esperanza de sentido, con necesidad de felicidad, con necesidad de conocernos siempre, con un corazón tan grande que es tan vulnerable, es tan susceptible y puede ser que hoy lo miremos y encontremos lastimado, que encontremos que de todas las personas del mundo, yo soy quien deseo empezar a disfrutar, con la misma intensidad que cuando nací y llegue al mundo, al de todos, al que todos queremos ganar la batalla.
No puede ser batalla, tal vez solo es oportunidad de crecer, de adquirir sabiduría, que solo se consigue con una mirada humilde, libre de crítica, libre de culpa, libre de resentimientos y libre de temores, que entiende perfectamente lo importante de ser aquí y ahora, que encuentra en la palma de la mano, en el corazón y en la razón, el motivo de una existencia plena.
La plenitud es la libertad interior para actuar, para decidir y para pensar, una libertad que pocas personas; y a quienes podemos admirar en vida, conocen los secretos de la vida, de educar y de enseñar.
Yo, buscando esto, me he encontrado a muchos que disfrutan y admiran a sus hijos y alumnos, por la oportunidad de estar con otro ser humano y convertirlo en alguien con capacidad de disfrutarse y amarse.

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