Ética en el ejercicio de la profesión Odontológica
Hace aproximadamente 45 años, un reportero realizo un pequeño experimento que público en su periódico, el San Diego Unión de California; consistió en lo siguiente:
Aflojó una bujía del motor de su automóvil de tal manera que produjo una falla en el funcionamiento que, aun cuando discreta, se podía percibir con facilidad. Luego llevó
Su automóvil a examinar en diez talleres diferentes, y resultó que sólo en uno diagnosticaron y repararon la falla de un modo tan sencillo que se negaron a cobrarle.
¿Y en los otros nueve¬¬¬? No ocurrió lo mismo, sino que diagnosticaron complicaciones graves que ameritaban que les dejara el auto para poder repararlo adecuadamente. En
Uno de ellos, inclusive, mencionaron que el motor seguramente necesitaría de un ajuste Integral.
Ahora bien, ¿Cuántos de estos talleres se equivocaron por incompetencia y cuántos, aun sabiendo que la falla era causada por una bujía “floja”, propusieron una compostura más complicada para sacar más dinero al cliente…?
Qué resulta peor; ¿ser incompetente bien intencionado o estar bien calificado pero ser deshonesto? Creo que la mayoría de nosotros ya tenemos una respuesta…
¡Pero ese experimento se trataba de mecánicos, no de profesionistas, y además de extranjeros, no de mexicanos!
¿Podemos extrapolar estos resultados, o será que los mecánicos nacionales son más competentes y¬¬¬¬¬¬¬/o más honrados que los estadounidenses? ¿O será debido a la escolaridad?
Esto les puede ocurrir a los mecánicos, pero a los Dentistas…
Yo pienso que si de comportamiento ético se trata, no existen diferencias conductuales entre un carpintero, un ortopedista o bien un aspirante a la presidencia de la república o un dentista. Se puede ser preparado y hábil en el ejercicio de la profesión y a la vez ser un perfecto inmoral; se trata de dos cosas distintas.
Ahora bien ¿la conducta moral apropiada se puede enseñar?
La mayoría de los profesores en las escuelas de odontología manejan situaciones por medio de las cuales tratan de dar una orientación adecuada a los alumnos. Sin embargo, también creo que la verdadera enseñanza depende de lo que se aprende en el hogar y que las escuelas simplemente acentúan lo ya aprendido. Es lo que se vive en el seno de la familia lo que orienta con más vigor el comportamiento moral del individuo.
Que el entorno social y cultural también es importante…y muy importante diría yo, sin lugar a dudas.
México es un país que tiene en la corrupción uno de sus problemas fundamentales y para combatirle y finalmente corregirle se necesita mucho más que la labor bien intencionada de un solo hombre, por presidente de la república que sea, durante un periodo de tiempo limitado a un sexenio. Yo estoy más de acuerdo con lo que me dicen algunos amigos y profesores maristas, que son profesionales de la educación: para revertir el problema de la corrupción en México será necesario y eso si nos ponemos a trabajar interesantemente con ese fin, dos generaciones… sino es que tres.
Por lo cual les recomiendo que al ponerse en manos de un profesional este bien capacitado, y que su ética y moral este bien implantada para que nos pueda brindar el mejor servicio.
Es un placer poder llegar a ustedes por este medio, donde se publicaran mensualmente diferentes temas de odontología que espero que sean de su interés.
Me despido dictando una pequeña frase de Miguel de Cervantes Saavedra en su novela El Quijote de la Mancha, “Una boca sin dientes es como un molino sin
piedras.”
DDS. Gilberto López Chávez
Especialista en prótesis Bucal y Maxilofacial ULA
Cirugía en implantes oseointegrados UNAM
Dudas o comentarios: Tel 01 419 19 80326
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