domingo, enero 29, 2006

De adentro viene la libertad

De adentro viene la libertad

Hernando Lozada

A la cárcel nadie va por gusto, a menos que:

Una estupenda sorpresa rompió la monotonía de uno de mis días decembrinos de hombre apresurado. Se trataba de una invitación que mi amigo filmador Antonio Fosado me hacía para asistir a la última representación de la comedia musical “Don Quijote un grito de libertad” bajo la Dirección de Arturo Morell, en el Centro de Readaptación Social de la capital queretana, ubicado en San José el alto, en la zona norte de la ciudad. No lo pensé dos veces. Adiviné que iba a ser una experiencia reveladora. Creo que lo fue.

¿Cómo podrá un hombre herido por la sociedad hipócrita representar a un hombre herido por una sociedad hipócrita? ¿Dónde dejará su dolor, su impotencia, su frustración y sus rabias? O mejor dicho, ¿Qué deberá hacer para canalizarlas y hacerlas provocadoras y edificantes? Estas y otras preguntas iban formulándose en mi mente mientras nos dirigíamos a la cárcel. Para Toño significaba algo más que una obrita de teatro hecha por reclusos para quedar bien con las autoridades, los familiares y los amigos. Era ver el dolor a flor de piel, en un escenario que ya de por sí resulta triste y amargo. ¡Abrígate porque el frío va a estar cañón!.

Se ha preguntado usted: ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Su propia vida? Al menos para un prisionero la conciencia de la vida adquiere dimensiones extraordinarias cuando se enfrenta al abismo de la soledad. Culpable o no, cualquier ser humano que es privado de su libertad, obligadamente ve la existencia de otra manera. Más amarga y tediosa, o más valiosa y significativa. ¿Tiene sentido la vida? Cada uno tiene su respuesta. Pero sea cual sea; todos estamos en el engranaje, bajo la rueda, y todos somos parte del cuadro que vemos. No hay inocentes. Yo, tú, él, nosotros. Todos somos responsables de todo. Entonces por qué no estamos todos en la cárcel? De un momento a otro cualquiera puede caer. Como aquel maestro que daba clases de inglés en chirona y se hizo tan amigo de sus alumnos que le pareció fácil y conveniente surtirlos de droga, pero fue descubierto y terminó por quedarse a vivir en una celda por una buena cantidad de años. Clases gratis para todos. Que fortuna. Que desgracia.

Leonardo Sciascia en El engranaje :

--Es un engranaje y yo caí dentro.
--Pero usted es inocente.
--¿Lo cree realmente?
--Porque lo creo estoy aquí.
--Sí, soy inocente... Pero ¿qué significa ser inocente cuando se cae en el engranaje? No quiere decir absolutamente nada... Es como atravesar una calle y ser atropellado por un coche. Inocente y todo y has sido atropellado por un coche: ¿qué sentido tiene decir una cosa así?
--Pero no todos son inocentes.
--Tal como funciona el engranaje, todos podrían ser inocentes.
--En ese caso también se podría decir: tal como funciona la inocencia, todos podrían caer en el engranaje.
--Seguramente...

Yo pienso que la vida es una angustia placentera y transitoria que dura lo que nosotros duramos. Cargada o vacía de sueños. Los sueños son anhelos, deseos, necesidades subjetivas de nuestro ser conciente que buscan una desembocadura para hacerse presentes en nuestro vivir. Quien tiene sueños es capaz de resistir por más tiempo los peores tormentos. Quien ya los perdió sucumbe al más liviano tiento. ¿Y se puede vivir sin soñar? Posiblemente no. Eso debe distinguirnos de otros animales que no saben soñar. Pero cuidado, el sueño excesivo bloquea la memoria y la realidad. Bueno, ya llegamos. Dejen sus celulares y cachivaches en el carro porque no nos van a permitir entrar con nada. Órale.

El añejo y peculiar chirrido de las puertas

Hace un viento frío que se cuela por la espalda y atonta las manos y los pies. O es el miedo de ingresar a un sitio del que todo mundo quiere salir y al que nadie desea entrar? No lo sé. Lo que sé es que tiemblo incontrolablemente. Mis nervios se calman cuando encuentro a mi amiga Lorena que es la Psicóloga del centro penitenciario. ¿Qué duro debe ser llevar la carga de tantas personas más tu propia carga? Me asegura que le gusta su trabajo aquí. Ayuda y al ayudar se salva. Yo no podría. Se abren las puertas para que podamos entrar, después de una rigurosa revisión, nos adentramos por pasadizos de concreto y metal. Los guardias no sonríen. Posiblemente esté prohibido sonreír y se castiga con energía. Uno viene de fuera y sabe que volverá y no para de sonreír como un idiota. Esta cárcel la conozco desde unos hace 15 años cuando organizaba para sus moradores eventos culturales. Hubo de todo, pero uno de los más memorables fue aquel con Carlos Ruíz de la Tejera, el cómico cubano equivalente a nuestro Chavo pero menos bruto, maestro del mismísimo Virulo. Aquella vez hubo risas y lágrimas a morir. Ah, como pesa el tiempo. Desde entonces hay muchos cambios, otras caras, otros ojos, adecuaciones, más y mejores espacios. cancha de juegos, capilla, baños de lujo y más que no vi. En esta prisión todos los internos se hacen querer, mediante la platica y el teatro. Mario, el falsificador de dólares confeso, dice que todo cambia y que aquí adentro uno cambia más. Se le quita a uno el orgullo. Crece en uno el arrepentimiento. Deseas a morir una jícama, unos taquitos de La Cruz, o mirar las estrellas, o dormir hasta tarde. Aquí es imposible.

Espacio amplio para ir y venir, guardias por todos lados, y desde las torres en cada esquina más ojos registrando lo que aquí sucede. Aún es temprano para que inicie la función y sin embargo hay un gran bullicio de actores, músicos, y técnicos. Se afinan los instrumentos y se practican las maromas. Se advierte una energía acumulada y preparándose para fluir. Dos tribunas y un centenar se sillas han sido instaladas para recibir a los invitados de esta noche. Aquí habemos de todo me dice uno de los internos; asesinos, violadores, ladrones, traficantes, unos culpables y otros inocentes, pero ya estando aquí, pelas. ¿Y tú porqué estas aquí? Me quebré a un pendejo que se burlaba de mí todos los días, hasta que me cansé. Un Cobrador como el de Fonseca. ¿Y ahora estas arrepentido? Cómo no, estar aquí es como estar muerto. ¿Y de no haber sucedido ese accidente, dónde estarías? No pues andaría en el gabacho con el resto de mis carnales, se fueron de aquí porque no la veían venir. Allá se la viven escondidos de la migra pero al menos tienen jale y billetes. Entre tanto se acercaba la hora de la presentación conocí a Erick y Paulo escritores internos, autores del libro; Cuentos y poemas “Hacia la Libertad”. Los escuche hablar de su experiencia en el reclusorio y de la manera en que al escribir alcanzan las alturas propias de la libertad. Sí cualquier creación te da alas de libertad. Para el Director del Cereso como lo dice en la presentación, “Aquí libran su batalla personal para emerger del pasado y fundamentar un mejor futuro”. También conocí a Alfredo un hombre involucrado en las trampas del dinero, amigo de importantes empresarios y políticos, esperando el milagro de no ser abandonado a los arbitrios de la justicia. Me dice con un libro desgastado bajo el brazo; “Soy español pero me siento mexicano. Pero aquí todos somos iguales. Pienso que cada hombre y cada mujer deberían experimentar la cárcel, para entrar en ese mundo de experiencias que te dan la oportunidad de conocerte a ti mismo y cambiar, valorar desde un atardecer hasta la maravilla de un nuevo día y agradecer al señor la oportunidad de luchar una vez más por la –libertad-, y cuando él te invada, cada día, cada hora, cada movimiento, cada instante hasta el final, te levantarás dispuesto a enfrentarlo todo.” Extraño caminar bajo la noche de Querétaro...
Durante cerca de dos horas de espera y de conversación fueron llegando los invitados. Jóvenes estudiantes, familiares, autoridades y uno que otro teatrero. Tercera llamada. Ojos atentos. Silencio. Nervios.

Se apagan las voces del público y se incendia el escenario

Ha caído la noche sobre el cielo borgeano. La luna, real, a medio llenar fondea la profundidad. Estamos frente a un escenario descubierto. Sin aire acondicionado, sin butacas, sin telón y sin cafetería. Vigilaremos de ahora en adelante cada movimiento de los actores mientras seremos vigilados desde todos los ángulos por una gran cantidad de hombres de negro perfectamente armados. Doble trabajo tienen también los guardias de la torre de vigilancia esta noche; vigilar a los actores y a los convidados.

La introducción está a cargo de Cuatro huapangueros. Violines, vihuela y jarana, le dan a la atmósfera un toque único. Con un ritmo que hace mover los pies de las reclusas femeninas invitadas a esta función. Con poesía decimal los músicos traídos de la cárcel jalpense elogian la obra de Cervantes y el heroísmo de Don Quijote. Con una mezcla de alegría y melancolía se despiden los soneros de la huasteca queretana. Comienza la función. La música marca el inicio con una obertura que nos aviva y nos despierta. Todos los actores salen al escenario que tiene varios planos. Tan amplio es el espacio que por más que abro los ojos en busca de la acción más importante se me escapan demasiados detalles. Es una energía viva y aparentemente desorganizada que fluye por todos los espacios disponibles. Actitudes, maromas, giros, riñas, saltos, equilibrio, golpes, marcan el inicio de una manera que sorprende a más de alguno. Todos son reclusos que cumplen condenas por diversas causas. Son más de 150 Hombres, Mujeres y niños, actores, bailarines y cantantes, procedentes del Cereso femenil, jóvenes del centro tutelar y, hombres de los Ceresos de Jalpan, San Juan del Río y San José El Alto.

Esta es la versión libre del director y dramaturgo Arturo Morell de la obra musical El hombre de la Mancha.
(Man of la Mancha) es un musical de Broadway del año 1965 que cuenta la historia de Don Quijote de la Mancha como una obra de teatro dentro de una obra de teatro, representada por Miguel de Cervantes y sus compañeros de prisión mientras espera una audiencia con la Inquisición Española. Esta basada en el libro del mismo nombre de Dale Wasserman, las letras de las canciones son de Joe Darion, y la música de Mitch Leigh. La canción "El sueño imposible" fue especialmente popular.

El musical, tiene importantes diferencias con la obra original de Cervantes. Posiblemente la principal es que Aldonza Lorenzo, Dulcinea del Toboso para don Quijote, de ser un personaje que solo es mencionado en el libro, se convierte en una de las protagonistas del musical.

Esta versión de El hombre de la Mancha relata el encarcelamiento de Miguel de Cervantes por la Inquisición en una prisión de Sevilla. El literato cae cautivo y entre sus pertenencias los presidiarios encuentran el manuscrito de el Quijote. Cervantes se dice inocente y propone enjuiciarse por medio de la representación teatral de su novela. Los presidiarios acceden y reviven la figura de el Quijote, personaje que los conquista por su forma de ver la vida.
Alonso Quijano, hidalgo pobre, enloquece leyendo libros de caballerías y se cree un caballero medieval; decide armarse como tal en una venta que cree castillo y le suceden toda suerte de cómicas aventuras en que el personaje principal, impulsado en el fondo por la bondad y el idealismo, busca "desfacer entuertos" y ayudar a los desfavorecidos y desventurados, mientras persigue un platónico amor por una tal Dulcinea de El Toboso, que es en realidad una tosca y zafia aldeana, Aldonza Lorenzo. Mientras, el cura de su lugar somete su biblioteca a un expurgo y quema parte de los libros que le han hecho tanto mal, y su vecino, el bachiller Sansón Carrasco, decide ir a rescatarlo de su locura disfrazado a su vez de caballero, a fin de derrotarlo y extraerle la promesa de no volver a semejantes desatinados propósitos. Don Quijote lucha con unos gigantes que en realidad son molinos de viento, vela en un bosque donde cree que hay otros gigantes que hacen ruido, pero en realidad son los golpes de unos batanes, y tiene otros curiosos incidentes con un vizcaíno pendenciero, con rebaños de ovejas, con un hombre que azota a un mozo y con unos monjes benitos que acompañan un ataúd a su sepultura en otra ciudad, entre otros cómicos episodios como el del bálsamo de Fierabrás, el de la liberación de los traviesos galeotes, el de la bacía de barbero, en la que ve el Yelmo de Mambrino, y la zapatiesta causada por Maritornes y Don Quijote en la venta, que culmina con el manteamiento de Sancho Panza, todo entre amenas conversaciones entre amo y escudero donde se van revelando sus personalidades y se va fraguando una amistad basada en el mutuo respeto. Creyendo ser Amadís de Gaula, decide hacer penitencia en Sierra Morena y al fin es apresado y devuelto a su aldea en una jaula.

La realidad es tan inhumana que el viejo hombre está pronto cerca de muerte. Aldonza ha encontrado su hogar para pedir el perdón por su ingratitud. Él ha traído belleza y calor a su vida por primera vez. El viejo hombre, sucumbe apenas alcanzado el triunfo.

La obra es genial. Provoca risa, reflexión, y llanto. Un hombre famélico que lleva una vasija de barbero en la cabeza, andando con su escudero por los caminos de la Mancha, nos desvela el conflicto entre lo irreal y lo natural y nos enseña que para saber gobernar hay que ser buen actor para que no te lleven a la hoguera. El texto nos deja reflexiones profundas. Don Quijote no tiene miedo, no duda de nada, camina garboso, siembra la semilla de lo que sería la simiente de la novela moderna.

Quijote: El prisionero estaba libre

Entre la hazaña heroica y la trágica ironía avanza por los caminos de La Mancha, el Caballero de la triste figura. Su espíritu rebelde lo lleva a la aventura ideal. Víctima de una sociedad agresivamente mezquina, donde hasta los Duques tienen alma vulgar y corrupta. Don Quijote simboliza al héroe utópico que no se adapta a la vida ordinaria y protesta contra todas las formas de bajeza y opresión. Su lucha es incesante en nombre de un ideal superior.
Genio de la vitalidad y la independencia, ayudado por la racionalidad de Sancho Panza su escudero que va junto a él como una sombra amorosa advirtiéndole la realidad de las cosas.
Esta es sin duda una de las obras literarias más humana y majestuosa que se haya escrito en español hasta nuestros días.
A cuatro siglos de trotes y desventuras por la imaginación del hombre, Don Quijote es vigente y se renueva cada vez que se lee, se representa o se crea algo a partir de su lectura.
A través de la música, la danza, el teatro, la arquitectura, la escultura, el cine, la pintura y la literatura, Don Quijote es reinventado de numerosas formas. Quien lo leé queda encantado por su magia. Alegra la vida, despierta sentimientos y fantasía, es, como dijo Francisco de Icaza “Un cielo estrellado, de cuyo fondo, si atentamente se mira, parecen brotar estrellas nuevas”.
La obra es también un reto a la fantasía, rica en imágenes creadoras, con un vocabulario que crece como espiral sin fin. Estimula universos oníricos y fantasías visionarias que nos empujan siempre a nuevos atrevimientos conscientes e impertinentes.

Nos descubre las alturas y bajezas de la naturaleza humana, mediante los valores; la amistad, el amor, la justicia, la libertad. Armas con las que se salvan de la oscuridad enajenada los oprimidos. Multiplica nuestra imaginación, incendia nuestras emociones, es un tesoro de letras, un valioso legajo de memoria humana. Historia agradable y honesta, como la calificó el rey. Una valiente locura cargada de símbolos y virtudes.

El prisionero estaba libre. Tan libre que deambulaba con su escudero ante la incredulidad de nuestros ojos. Nunca alegre, pero siempre con el brillo de la inocencia terrible en su frente. Valiente, intrépido, luchando contra las sombras, contra el ruido, contra la nada, con una misteriosa mezcla de imaginación y valor. En un continuo extendimiento, el Quijote imagina y su razón no es sino una de las formas de su mismo imaginar, así va más allá de sí mismo, se proyecta y trasciende. Imagina porque desea y es capaz de transformar el universo en función de sus deseos. Es un ser amoroso encarnado en el sueño. Se mueve por el deseo y aspira a fundirse en la imagen viva de su deseo.

Las imágenes de la fantasía quiebran la realidad. El Caballero de la Triste Figura es todos los hombres. La naturaleza de las circunstancias le quita la máscara y nos lo enseña vulnerable tal como somos todos. Pero a la vez lo dota de poderosas fuerzas ocultas que son rebeladas en la hora del peligro. Para ser tendrá que destruirse, abrir su personalidad, suprimir sus temores y convertir sus fuerzas en un choque brutal contra sus fantasmas.
El amor a sí mismo se revela como la forma más pura de libertad, que nos dice Paz es; “La libre elección de la necesidad”
Amor, libertad y necesidad, imposible vivir sin esta triple alianza.

Cervantes vida luminosa y dramática

Sin la horrible experiencia de Lepanto, Italia, el cautiverio de Argel, la extrema pobreza y la vida errante en España, quizá Cervantes no hubiese sido lo que es; pero muchos de sus contemporáneos vivieron esa vida y, sin embargo, no escribieron El Quijote. De lo más profundo del Ser surge la necesidad, de hacer, de decir. Gracias a su creación transformó sus circunstancias personales o sociales en una obra literaria insólita. El verdadero artista transforma su fatalidad en un acto creador. La realidad es insoportable y solo puede ser llevadera si se mata y muere, si se ama y crea.
El hombre debería ser libre, autónomo, completo en sí mismo, y no lo es. No puede ser. Para Milton; “Cada hombre es un ángel caído, el paraíso que ha perdido es la parte de su ser que lo convierte en un ser incompleto.”

Un crimen que Cervantes nunca cometió, aunque se produjo frente a su casa en Valladolid, llevó al autor de El Quijote a la cárcel. Hubo múltiples declaraciones de diferentes testigos que mostraron detalles de la vida de este novelista, como cuáles eran sus negocios, dónde vivía y cuáles eran sus amigos y enemigos.
Nunca se conoció al asesino. Se desvió la atención y se culpó a Cervantes de ser el gerente de una casa de citas, lo que lo llevó a prisión.

En la cárcel Cervantes, soldado pobre, fracasado literariamente decide jugarse la existencia en un libro, en medio de una generación poderosamente creativa y burlona; Lope de Vega, Góngora, Calderón, Quevedo. Escritores libres, y de gran fama.
Frente a la ironía de sus contemporáneos trabajo constante e imaginativo. “Quien no tiene valor para opinar no es libre...y quien no tiene repuestas sobre sí mismo es en cierto modo un preso.”

Cervantes comenzó a escribir "El Quijote" durante su estancia en la Cárcel Real de Sevilla en 1597, "que era un lugar abominable en el que se hacinaban 2.000 personas y donde abundaban la miseria y los asesinatos". "Fue en ese mundo de depravación y de inhumanidad, en ese magma de brutalidad, donde comenzó a escribir dicha obra"

Hay en El Quijote de la Mancha, una fina y perfectible crítica social. El autor no desperdicia un momento para hacer llegar el mensaje de vida que él quería presentar.
Cervantes, escribió esta novela, en la madurez intelectual, emocional y física. En el contacto con los seres humanos con los que convivió en su azarosa vida encontró la idea para armar una historia que ha sido y será la joya literaria más importante que España haya dado al mundo.

La literatura universal ha tomado por modelo al Quijote como inagotable mina de recursos narrativos. Técnicas que hoy nos parecen comunes en la manera de narrar y que Cervantes creó y desarrolló hasta extremos increíbles.

Un grito de libertad con 150 actores en escena

Arturo Morell, Presidente de la Fundación Voz de Libertad A.C. y Director de Don Quijote, Un Grito de Libertad.- “Decidimos demostrar que la cultura es el mejor vehículo de readaptación social y diseñamos un sistema para implementar montajes teatrales profesionales con presos dentro de las cárceles.

El propósito es lograr, a través de intensos procesos teatrales, tocar profundamente las fibras sensibles de todos los involucrados en el sistema penitenciario: internos, autoridades, personal de seguridad y custodia, administrativos, familiares, prensa y sociedad en general.

Mediante intensos trabajos de lectura, análisis de texto, vocalización, expresión corporal, ejercicios de integración y sensibilización, catarsis, interiorizaciones y, a través del canto, el baile, la lectura y la actuación, entramos a conocer la filosofía de El Quijote analizando los valores de lealtad, bondad, honestidad, justicia, pureza y amistad tratando de encontrar y alcanzar los ideales de cada uno de los internos e internas participantes.

Muchos son los riesgos de trabajar montajes teatrales de gran nivel con presos, demasiados los obstáculos que sortear, enorme el desgaste de energías, ánimos y sueños, pero al final, el resultado supera todas las expectativas y sabemos también, que todo el esfuerzo valió la pena cuando algunos presos te abrazan y te revelan que realmente eran culpables y ésta experiencia les cambió la vida, o cuando otro preso te dice que nunca había llorado, que ni siquiera en el funeral de su madre derramó una lágrima, y que con ésta vivencia liberó su alma a través del llanto. aquí las palabras adquieren otra dimensión, sobre todo las palabras Gracias y Libertad.

Una vez pasadas las dos primeras semanas, comienza la etapa de técnicas teatrales de relajación, vocalización, respiración, clases de baile y expresión corporal. Ahí comienza la reflexión. Los ejercicios comenzaban en la tarde y se extendían hasta la una de la mañana. Esto representó una ruptura con el horario y rutina cotidiana de los internos, que diariamente son encerrados en sus celdas a las seis de la tarde. Los reclusos pudieron, después de muchos años, sentir la noche, observar la luna, empaparse con la lluvia, darse la mano o vestirse de otro color diferente al beige de sus uniformes. Experiencias tan normales para las personas del exterior, en ellos se convertían, a través de este proyecto, en fuga espiritual. Tras introducirse en el ejercicio teatral, se comienza por leer el texto con los internos. Es una lectura reflexiva y posicional, ya que reclusos del siglo XXI tienen que asumirse como prisioneros del siglo XVI y aportar sus propias vivencias a los personajes que interpretan. Ahí se autoanalizan, sensibilizan y desahogan todo la angustia o rencor que llevan dentro.

En este montaje los reclusos participaron como actores, coristas, bailarines, músicos, vestuaristas, iluminadores, escenógrafos, sonidistas o electricistas. Como parte de este proyecto teatral de readaptación, contamos con la colaboración de Napoleón Ochoa en la dirección musical y Sergio Rod en la coreografía. Ambos realizaron una labor extraordinaria y se complementaron totalmente.
Hemos trabajado en penales de los estados de Morelos y Tlaxcala, y Querétaro. El montaje de la obra en Querétaro costó 300.000 pesos (unos 30.000 dólares), financiados en su mayoría por el Gobierno estatal y con apoyos de la Fundación Voz de Libertad.
Hoy aquí buscamos demostrar la vigencia de la filosofía del Quijote, acercándolo a aquellos seres humanos que por alguna causa justa o injusta se encuentran privados de su libertad. Me siento muy orgulloso de poder demostrar a la sociedad que se pueden descubrir tesoros al interior de las cárceles, donde muchos creen que sólo hay basura…

Espero que con este proyecto la gente voltee hacia las cárceles, que son la parte enferma de la sociedad y debemos curarla, si no, moriremos por ella. La gente que está en reclusión es un reflejo fiel de nuestra sociedad, por eso es importante estar con ellos, ayudarlos a readaptarse a una sociedad con reglas.”

El teatro nos ha elevado al paraíso y ha sido esta vez un vehículo de salvación liberadora.

Consulta: www.proyectointegrarte.com, mardipo@prodigy.net.mx, dmago2003@yahoo.es http://es.wikipedia.org/wiki/El_hombre_de_La_Mancha

Hernando Lozada, San José Iturbide, Gto., 1966, Egresado del CEDART Querétaro, escribe, hace teatro, y promueve la Cultura desde el Centro Cultural “Casa Campa” herloz@hotmail.com

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