jueves, enero 20, 2005

Voces Amigas / LA IMPUNIDAD EN QUERÉTARO / Agustín Escobar

LA IMPUNIDAD EN QUERÉTARO
Agustín Escobar Ledesma


Después de peliculesca persecución por las calles del centro de la ciudad de Querétaro, el 27 de noviembre de 2004, Marco Antonio Hernández Galván, fue asesinado a balazos, presuntamente por Federico Ruiz Lomelí, júnior perteneciente al poderoso clan de los Ruiz Rubio. La madrugada de aquel día, con la misma arma, una pistola 9 mm, el homicida también dio un cachazo en la cabeza a Miguel Gerardo Rivera Alcántara quién quedó mal herido y tuvo que ser hospitalizado.
Poderoso caballero es don dinero
El supuesto homicida pertenece al Grupo Fomento Queretano (GFQ), fundado hace 75 años por Roberto Ruiz Obregón (fallecido el año antepasado) y, tan sólo para darse cuenta del poder del mismo, el actual presidente municipal de la capital queretana, el panista Armando Rivera Castillejos, fue empleado del GFQ. Entre otras propiedades del GFQ figuran ranchos ganaderos, las embotelladoras La Victoria, San Juan y Refrescos Victoria; también están la Leche Araceli, Jugos Victoria y la cadena de tiendas Super Q, además de fabricar botellas y corcholatas. El grupo también cuenta con la licencia de todos los productos de “The Coca-Cola Company”.
Los hechos
La madrugada del viernes 27 cuatro jóvenes estudiantes circulaban a bordo de un Tsuro color blanco, modelo 1991, conducido por Miguel Gerardo Rivera Alcántara; en el lugar del copiloto iba Marco Antonio Hernández Galván mientras que en el asiento trasero viajaban Gamaliel Rivera Gonzáles y Eduardo Cumplido Sánchez. En una de las principales arterias de la capital queretana los muchachos, que no rebasaban los 18 años de edad, tuvieron un nimio incidente de tránsito con el conductor de una camioneta blindada BMW negra. Después de ser perseguidos por varias calles, los jóvenes fueron alcanzados para ser agredidos presuntamente por Federico Ruiz Lomelí quien primero dio un cachazo en la cabeza con una pistola 9 mm (de uso exclusivo del ejército) a Miguel Gerardo Rivera para luego balear y matar a Marco Antonio Hernández Galván quien intentó defender a su amigo.
Esa misma madrugada, cuadras adelante, según consignó un periódico local, agentes de la Policía Estatal detuvieron a Federico Ruiz Lomelí que conducía una camioneta negra BMW. Sin embargo, a los pocos minutos, tras un “usted disculpe, nos equivocamos”, los policías lo dejaron en libertad (Diario de Querétaro, 28/nov/04).
Los rumores
La nota roja de algunos periódicos locales resaltaron el sangriento suceso que mantiene en ascuas a la sociedad queretana. El Procurador del estado, Juan Martín Granados Torres, al ser cuestionado en torno a la investigación del asesino de la BMW negra, aseguró que “sí ha habido avances, confiamos que pronto tengamos al responsable detenido” (Periódico Noticias 7/12/04).
Sin embargo el tiempo ha transcurrido y, a más de un mes, las autoridades no han esclarecido el sonado caso. El silencio de la PGJ ha generado una serie de rumores que circulan de boca en boca y a través de correos electrónicos de Internet. Se presume que Miguel Gerardo Rivera Alcántara, golpeado en la cabeza, ya falleció; que otro de los jóvenes ha intentado suicidarse; que las cuatro familias han sido amenazadas para que no declaren o bien que les ha sido ofrecido dinero para que guarden silencio; también circula la versión que el homicida huyó al extranjero. Además, ha trascendido que cuando el gobernador del estado, Francisco Garrido Patrón (emanado de las filas del Partido Acción Nacional), se enteró del artero crimen, se indignó tanto que pidió al Procurador aplicar todo el peso de la ley al homicida. Sin embargo, minutos más tarde, cuando le informaron quien había sido el presunto responsable del crimen, el mandatario cambió radicalmente y el silencio se convirtió en la consigna de la Procuraduría General de Justicia.
Como dice un prestigiado periodista y analista local que no quiere ver su nombre involucrado en el caso: “al igual que en el corrido de Juan Charrasqueado, las mujeres se aconsejan y se van”. El silencio y el temor se ha apoderado de la sociedad local, ninguna agrupación civil se ha pronunciado públicamente al respecto. El disimulo de la prensa, salvo honrosas excepciones, tiene una explicación muy lógica: Tanto el gobierno municipal como estatal organizan, bajo cualquier pretexto, grandes banquetes a los periodistas en los que no hay límite en el consumo de alimentos y bebidas en los más exclusivos restaurantes queretanos en los que nadie se va con las manos vacías por las rifas que organizan las dependencias de comunicación social. Esta vergonzante relación de la prensa con el poder, que parecía propia de las administraciones priístas, ha sido retomada y superada por los gobiernos panistas desde 1997, año en que arribaron al poder.
La otra cara de la moneda
“Que en esta Navidad renazca el amor y la paz, que los hogares queretanos se iluminen de prosperidad y sea la oportunidad para fortalecer la unión familiar” reza uno de los párrafos de mensaje del gobernador Francisco Garrido Patrón, publicado en la prensa local.
Sin embargo, la realidad para la familia Hernández Galván es otra. Avecindada en Plazas del Sol, fraccionamiento clasemediero del sur de la ciudad, un moño blanco sobre la puerta, es el distintivo de la muerte del joven Marco Antonio Hernández Galván; a un lado del moño está colgado un letrero en inglés que indica el idílico pasado de sus moradores:“Home sweet home”.
La casa de la familia Hernández Galván es habitada por el temor. Después de varios días consecutivos los intentos fueron vanos en entrevistar a sus habitantes quienes apenas asomaron la nariz por las ventanas de la planta alta; siempre hubo pretextos para no recibir a este reportero; la desconfianza y el miedo, que se palpan en el ambiente, fueron infranqueables.
El jugador
“Felicidades, y que el próximo año sea pleno de amor y esperanza para todas las familias queretanas”, finaliza el texto navideño del mandatario queretano, publicado en el mismo periódico en el que aparece Federico Ruiz Lomelí en la portada de un suplemento a todo color: “Experto en golf comparte vivencias en este deporte tan fascinante como exigente y cuenta con experiencia en distintos campos del mundo”. En las dos páginas centrales del suplemento el interfecto, después de presumir algunos logros en el deporte blanco, proporciona algunos datos personales: “Yo me acabo de casar hace un año y no tengo hijos. Yo tenía 7 años cuando empecé a jugar golf, ahorita tengo 29” (a. m. Querétaro 19/12/04).

Qro. Qro.
9-Enero-2005
escoba17@hotmail.com

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