domingo, julio 05, 2009

Elegir presidente

Elegir Presidente

Hernando Lozada

Cada tres años tenemos el privilegio democrático y la responsabilidad moral de participar en los procesos electorales para elegir Presidente Municipal. Esta es una oportunidad única para decidir quién será nuestro gobernante para el siguiente trienio. ¿En quién confiamos más para manejar recursos y programas?, ¿Quién no se comportará prepotente y abusivo con el poder que le otorguemos?, ¿Qué familia, personas e intereses rodean a cada candidato? ¿Quién es el mejor, o mínimamente el menos peor? No se trata de un acto que deba tomarse a la ligera, sino de un trance que requiere de un análisis exhaustivo de las cualidades y defectos de los distintos candidatos para poder elegir a aquél que consideremos el más adecuado y mejor capacitado para satisfacer nuestras expectativas.

No es suficiente que sea simpático, chistoso y mareador a la hora del discurso o que se siente con todo y sombrero a nuestra mesa, sino que nos inspire confianza y sea digno de semejante responsabilidad. Para elegir adecuadamente tenemos que someter a la observación cuidadosa a cada uno de los aspirantes presidenciales. A continuación comparto algunas líneas de reflexión sobre los atributos que debemos observar antes de otorgar nuestro codiciado voto.

Un perfil del presidente ideal, solo está en la imaginación pues es imposible tener a un hombre perfecto que reúna todos los requisitos. Lo que sí podemos encontrar es una persona preparada, honesta, trabajadora, responsable, sensible, conocedora de las realidades sociales, abierta a la crítica y dispuesta al entendimiento. Es tarea individual ponderar cuáles atributos son más importantes y decidir qué candidato es el preferible. Compare y elija bajo su propio riesgo:

Integridad, honestidad, austeridad

Que sea una persona de probidad, que así como hable viva y sea. Que no nos engañe su gesto y su voz y después nos salga contrario a lo que nos hizo creer. Que sea honesto, que viva con rectitud tanto en lo privado como en lo público, que podamos confiar en él sin miedo a equivocarnos. Este atributo sólo se puede apreciar en el prestigio ganado de toda la vida. Es resultado de una trayectoria en la que constantemente se acredita que se cree, actúa y vive conforme a principios coherentes y que la persona no se subordina a razones circunstanciales. La honestidad es una de las características más deseables en los políticos. La austeridad es otro aspecto de la integridad que puede valer la pena destacar.

¿Intereses de grupo o bien común?

Que posea capacidad para lograr una visión clara, se guíe por ideas firmes y tenga voluntad para atender necesidades que logren beneficios comunes. Entre más personas beneficiadas tengamos en nuestra sociedad todos estaremos mejor. Pensar en todos, niños, jóvenes, mujeres trabajadoras, discapacitados, adultos, campesinos, profesionistas, deportistas, obreros, artistas, desempleados, etc. Pensar en todo, educación, salud, trabajo, seguridad, recreación, cultura, industria, campo, ganadería, deporte, comercio, etc. ¿Quién de entre tantos candidatos es digno de tomarse en cuenta por los ciudadanos porque sabemos que le dará prioridad a los intereses del municipio por encima de los intereses personales, de familia o de partido?

Democracia y corresponsabilidad

Esta convicción consiste en reconocer a la democracia como fundamento de una relación fructífera con la oposición y de la preservación de la libertad. Supone la disposición a impulsar a la organización ciudadana y su participación. La democracia es la corresponsabilidad de ciudadanos y de la autoridad gubernamental.

Compromiso social

En este contexto el ciudadano debe tomar en cuenta la medida en que su candidato cree en el mercado como forma de guiar las decisiones económicas y también qué políticas públicas y regulaciones propone para intervenir en el intercambio con miras siempre a fomentar el desarrollo de una economía en la que todos actuemos dentro de la ley.

Derechos y obligaciones

¿Mi candidato cree y respeta las leyes y las instituciones, o se las pasa por el arco del triunfo?, ¿Puede mi candidato pugnar por leyes justas, claras, sencillas, viables, ciertas, de aplicación igual y general y que sean fruto de un proceso legislativo democrático y legitimo?, ¿Mi candidato está dispuesto a garantizar la seguridad física y jurídica, el respeto a los derechos humanos y a limitar las facultades discrecionales empezando por las de él como Presidente?, o ¿Quiero un presidente peleonero e intolerante que lo mismo se agarre con sus gobernados, que con otros órdenes de gobierno, los empresarios, o cualquiera que opine diferente?

Oficio político

Nuestro Presidente debe tener habilidades políticas y capacidades para alcanzar resultados. Este atributo podría ser visible por lo menos en los tres aspectos siguientes: su liderazgo, su capacidad de gobernar y de comunicar.

Liderazgo

En este punto, el ciudadano debe valorar la capacidad de cada candidato para infundir confianza y optimismo en la sociedad. El liderazgo puede descomponerse en cuatro características que el votante puede buscar en el candidato de su preferencia:

Visión de futuro

¿El candidato es capaz de concebir un proyecto incluyente, basado en un conocimiento profundo de sus principales problemas y causas, del entorno local y regional, y de su comprensión de los retos y oportunidades?

Objetivos precisos

¿El aspirante a Presidente puede transformar su visión en objetivos precisos y alcanzables, con un claro sentido de las prioridades y de las fortalezas sociales?

Constructor de consensos

¿El aspirante tiene el oficio político necesario para lograr la adhesión de la sociedad y de los partidos políticos para la construcción de una visión compartida y para negociar los compromisos necesarios que la hagan realidad?

Apertura intelectual

¿El candidato es receptivo a todos los puntos de vista, sin soberbia ni dogmatismos o ya montado en el macho solo sus chicharrones truenan?, ¿Tiene imaginación y valor para innovar y decidir?

Gobernante eficaz

Un aspecto que seguramente tendrá mucho peso en la mayoría de los votantes es la capacidad de un Presidente para gobernar con eficacia. Esto significa asegurarse de que el candidato elegido sea una persona orientada a obtener resultados; que establezca objetivos precisos, fije prioridades, haga evaluaciones periódicas y se conduzca con transparencia y disciplina. Todos aspiramos a dar con un gobernante eficaz.

Formador y coordinador de un equipo competente

¿El candidato es capaz de integrar un equipo plural de colaboradores con unidad de propósitos, que asegure el logro de los resultados? Imagínese usted los mejores hombres y mujeres en los puestos clave para el desarrollo de la entidad.

Comprensión del costo-beneficio de las decisiones

¿El aspirante a Presidente evalúa objetivamente las decisiones con base en un análisis de diferentes alternativas y de sus costos y efectos más probables o, por el contrario, se deja guiar por grupos o quizás por índices de popularidad?

Carácter y firmeza

¿Es tu candidato capaz de tomar decisiones difíciles, asumir riesgos, perseverar en los propósitos y mantener el rumbo y el orden social, aún cuando tenga que asumir costos políticos o en su popularidad?

Rendición de cuentas

¿El candidato tiene un compromiso permanente para permitir el acceso a la información y para comunicar los resultados de su gestión con veracidad, oportunidad y transparencia?

Comunicador eficaz

Por último, el ciudadano debe reflexionar sobre las aptitudes de los diferentes candidatos para transmitir mensajes relevantes, informativos o propositivos, con claridad, veracidad y prudencia. ¿El candidato usa cotidianamente un lenguaje sencillo que permite una clara comprensión de los mensajes por la mayoría de la sociedad?

Convincente y motivador

¿El aspirante a la presidencia es capaz de generar entusiasmo y adhesión de la sociedad alrededor de propuestas valiosas y viables? ¿Es franco sobre los beneficios de trabajar para alcanzar la visión, pero también sobre los sacrificios y los esfuerzos que significa perseguirla?

Epílogo

Razone su voto con responsabilidad. La decisión no es fácil. Discútala con sus familiares y amigos, tal vez esa comunicación le permita tener un criterio de mayor amplitud. Valore los puntos que le parezcan más importantes, deseche los otros e incluya los que ni siquiera formaron parte de esta lista. Lo realmente importante es que cada uno de nosotros se prepare con los juicios precisos para tomar la gran decisión de entre todas las opciones que tendremos para elegir municipe.

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